Vicente
Ramos & Manuel Molina: trazos de una amistad
Ramón
Palmeral / Hoja del lunes.com
Conocí personalmente al historiador y político
Vicente Ramos (1919-2011) a través del pintor Fernando Soria, en la sede la
Asociación de Artistas Alicantinos cuando se inauguró su sede en un local de la
Avenida Maisonnave el 19 de octubre de 2006.
Supe del poeta
oriolano Manuel Molina (1917-1990), afincado en Alicante, a través de
Gaspar Peral Baeza, que gracia a él pude contactar con su viuda Maruja Varó, a
la que entrevisté en varias ocasiones, y después en 2017 con sus hijas Marilé y
Clemencia en el centenario del nacimiento de Molina.
Mostrada esta necesaria y breve introducción he de comentar que tanto Manuel
Molina como Vicente Ramos fueros amigos y entusiastas seguidores del gran poeta
Miguel Hernández, publicaron en cooperación el libro Miguel Hernández en Alicante, Colección Ifach, 1976. Por su cuenta, e individualmente publicaron
otro libros. Ambos amigos tuvieron relación de amistad con Josefina Manresa,
viuda del Hernández, cuando residía en Elche, e incluso ayudaron a sus estudios
a Manuel Miguel, el segundo hijo de Hernández y Josefina, cuando estudió por
una temporada en Valencia con el matrimonio María de Gracia Ifach, seudónimo de
Josefina Escolano, y marido Francisco Ribes.
Nuestros dos personajes, cumplieron sus respectivos
centenarios, primero Manuel Molina en 2017 y seguidamente Vicente Ramos en 2019
de los que me ocupé de dar conocer en la Red con dos sendos blogs. A Molina se le
hizo una exposición en la sala Juan Francés en la Sede de la Universidad cuyo
comisariado fue el profesor Cecilio Alonso. A Ramos se le hizo un Seminario que
el que fui invitado a participar con una la catedrática Consuelo Jiménez de Cisneros
en la Sede de la Ciudad Universitaria.
De ambos personajes existen los portales: Vicente Ramos en el
centenario de su nacimiento, y Manuel Molina
centenario de su nacimiento. En cuyos portales se recoge toda la
información biográfica y bibliográfica que se ha podido recoger. En Hoja
del lunes.com publiqué un artículo en 2019, anunciando los
actos del centenario de Vicente Ramos.
El archivo de Vicente Ramos se halla depositado en
la Biblioteca Pública Municipal de Guardamar
del Segura al cuidado de Otilia Macía Amorós, del Ayuntamiento de Guardamar en
el centro de Estudios
e Investigación Vicente Ramos. El legado Manuel Molina se haya indexado en el Centro
de la Memoria Histórica de la Universidad de Alicante.
Breve
reseña biográfica de Vicente Ramos
Vicente Ramos Pérez nace a las 5.45 horas del 7
de septiembre de 1919 en la calle Ingeniero Mira de Guardamar del Segura
-Alicante-, hijo de Vicente Ramos Cánovas, juez de paz y propietario, y Rosario
Pérez Aldeguer, hija de propietarios fallecida sobre 1922, cuando Vicente tenía
unos dos años. Su hermana Rosario fallece también a los siete años de edad. Su
padre viudo contraerá segundas nupcias en 1927 con Joaquina López Gil
(profesora en Novelda), quien sería su segunda madre y un gran apoyo. Será en
iglesia San Pedro Apóstol de Novelda donde hará la Primera Comunión, por ello
decía que era hijo «eucarístico de Novelda». Tendrá una hermana de
padre: Pilar Ramos López.
El traslado de su segunda madre a Alicante (1934)
le anima a matricularse en el Instituto Joaquín Costa, donde entablará amistad
con los que se convertirían en destacados personajes de la sociedad e intelectualidad
alicantina. Sus visitas a la Biblioteca Provincial le valdrían para sumergirse
en las teorías enunciadas por los grandes pensadores del anarquismo filosófico,
y en diciembre de 1936 se afilia a Unión Republicana, aunque aquello era más
bien una tertulia literaria, donde conocerá a Manuel Molina. Durante la guerra
civil ejercerá como practicante en sanidad. Entre sus visitas a la Biblioteca
Municipal, el archivero y editor Eduardo Irles y Garrigós le insta a leer a
Gabriel Miró y le regala un ejemplar de “La novela de mi amigo”. Ingresa en el
antiguo Ateneo, donde gracias a Manuel Molina conoce a Miguel Hernández el 21
de agosto de 1937.
Tras la guerra civil, junto con Rafael Azuar,
Manuel Molina, Reolid y Francisco García Sempere escriben “Testimonios,
ilusiones y desilusiones de la guerra”, y publican la primera revista literaria
que surge en España tras la contienda, “Arte Joven”, de un solo número. Licenciado
en Filosofía y Letras en 1943, se doctoró en la Sección de Filología en la
Universidad de Valencia en 1963, con la tesis doctoral El mundo de Gabriel
Miró, entre los miembros del Tribunal estaba al catedrático Mariano Baquero
Goyanes
En 1941 conoce en el Casino de Alicante a
Manolita Moya García, la que será su mujer en 1943, y madre de sus dos hijos
Vicente José y Manuela del Rosario (Noly). Ese mismo año comenzará las clases
en la Universidad Central de Madrid, licenciándose en Filosofía y Letras en
1943. Junto con Manuel Molina y Rafael Azuar lanza la revista “Intimidad
Poética” y la colección de libritos “Leila”. También fue poeta con dos obras
premiadas y fundamentales: “Destino de tu ausencia”, 1957 y “Elegías de
Guadalest”*, 1958 con inspiración del gran poeta checo Rainer Maria Rilke del
que será un admirado lector. Fue Ramos amigo personal de Oscar Esplá
(tenían masías en Benimantell), Camilo José Cela, de Buero Vallejo, de Vicente
Aleixandre, Manuel Molina, Josefina Manresa (viuda de Miguel Hernández), o de
Juan Guerrero Zamora, primer biógrafo de Hernández.
Para el Seminario de su centenario: Hermenéutica de Elegías de Guadalest y Rilke,
de Vicente Ramos, edición no venal de 50 ejemplares numerados y agotados, por
Ramón Fernández Palmeral. El lector la puede leer el libro digital en Calameo.
Breve
biografía de Manuel Molina
Manuel Molina Rodríguez, nació el 28 de octubre de 1917 en
la calle Trinidad de Orihuela (Alicante). Cursó estudios primarios y comenzó el
Bachillerato en el Instituto de Orihuela, con el profesor Jesús Alda Tesán,
quien era colaborador de la revista El Gallo Crisis. En su juventud
conoció a los poetas Carlos Fenoll, Miguel Hernández, a los hermanos Ramón y
Gabriel Sijé. Participó en reuniones literarias que éstos celebraban en la
tahona de la calle Arriba. En 1935 se trasladó con su familia a Alicante y un
año más tarde presidirá las Juventudes de Izquierda Republicana de esa ciudad.
Tras la rebelión militar de 1936 sirvió como carabinero a la defensa de Madrid.
En la Alianza de Intelectuales Antifascistas de Madrid conoció a Rafael
Alberti, María Teresa León, Emilio Prados y Antonio Aparicio. En 1937 visitó a
Vicente Aleixandre en su casa de Velintonia de Madrid junto a los milicianos Carlos
Fenoll y Jesús Poveda.
Entre los
varios libros que Molina le dedicó Miguel Hernández, se encuentra en el libro titulado
Amistad con Miguel Hernández, Silbo
Alicante 1971, cuya portada es un grabado de Miguel Abab Miró, que según mis
anotaciones éste, lo pintó para la edición de El rayo que no cesa de Rafael Alberti, Buenos Aires, 1942. Aunque
no figura portada de este libro.
Terminada la
guerra, y tras pasar por el campo de concentración de la Plaza de Toros de
Valencia, regresó a Alicante, tuvo que hacer el servicio militar forzoso con
los nacionales en Burgo. Regresó de nuevo a Alicante, y se casó con Maruja Varó
Busquiel el 6 de diciembre de 1943, con la que tuvo dos hijas: Marilé y
Clemencia. En Alicante ejerció como capataz de obras, y posteriormente fue
secretario de la Biblioteca Gabriel Miró de dicha ciudad, bajo el patrocinio de
la Caja de Ahorros del Sureste. Junto a un grupo de poetas de posguerra como el
historial Vicente Ramos y el poeta Rafael Azur revitalizaron la vida literaria
de la ciudad creando varias revistas literarias y antologías con Tina Mercader,
Ángela Gatell, José Albi, Julián Andúgar o María Beneyto. A este grupo de
poetas se le unieron pintores como Gastón Castelló, Miguel Abad Mirón, Melchor
Aracil, Pérez Pizarro y el escultor Pepe Carbonell.
He de estar
la coordinación que hizo Molina para la Antología
de la Poesía Alicantina actual (1940-1972) donde aparecen reseñas y pomas
de Carlos Fenoll, Juan Valls Jorda, Trini Mercader,
Vicente ramón, Rafael Azuar, Adrián Miró, Jacinto López Gorgé, José Paya
Nicolau, Carlos Sahagún Santiago Moreno Grau, Julian Andúgar, José Albi y
Ernesto Contras, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1973
El Instituto
Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert publicó Versos escogidos del poeta Manuel Monina edición de Cecilio Alonso,
Alicante 1992.
Actualmente,
el legado de Manuel Molina se halla en el Archivo por la Democracia de la
Universidad de Alicante, cuyos albaceas son Clemencia Molina Varó (hija) y el
profesor Cecilio Alonso. La correspondencia epistolar alcanza 3.800 documentos
en su mayor parte literarios, que corresponden a unos 400 remitentes, entre los
que se destacan Vicente Aleixandre, Juan Gil Albert, Josefina Manresa (viuda de
Miguel Hernández), Gabriel Celaya, Blas de Otero, Antonio Buero Vallejo, Celia
Viñas, Leopoldo de Luis, Ángel Caffarena, Santiago Moreno o Carlos Sahagún.
El poemario
más destacado de Molina lo publicó en 1950, titulado Hombres a la deriva,
bajo la censura franquista, de tuyo texto el autor de este artículo ha escrito
el ensayo Hermenéutica
de “Hombres a la deriva” de Manuel Molina, publicado en Amazon en 2017, por Ramón Fernández
Palmeral. Para este libro, como he comentado me entreviste con su viuda Maruja
Varó y sus hijas Marilé y Clemencia –Clemencia en honor de la hija de Gabriel
Miró del mismo nombre, puesto que Molina escribió Paisajes y personajes mironianos (1879-1979) para centenario de su
nacimiento..
Amistad de Manuel Molina y Ramos con Miguel Hernández
El Miguel
Hernández que hoy conocemos no hubiera sido posible sin la dirección e
informaciones que Manuel Molina aportó de sus recursos a investigadores
hernandianos como Juan Guerrero Ruiz, Concha Zardoya, Marie Chevallier, Elvio
Romero, Simón Latino, María de Gracia Ifach (Josefina Escolano), Leopoldo de
Luis, o aconsejando a Josefina Manresa sobre la multitud de cartas que recibía
de peticiones de información.
Se pensaba
por algunos hernandianos que Manuel Molina aprovechó la amistad con Miguel
Hernández para resurgir a su sombra como poeta, escribiendo el controvertido
libro Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela, El Guadalhorce, Málaga,
1969. Sin embargo, todo lo que dijo en ese libro era cierto, lo que sucedió es
que le surgió un enemigo antiguo vecino como Ramón Pérez Álvarez, secretario de
la revista Silbo (1936), que tiró por tierra a Molina y a los hermanos
Fenoll, sin saberse por qué razón, tal vez por protagonismo. Además omitió su
nombre en algunas cartas que no están en la Obra poética completa del
autor de El rayo que no cesa.
La amistad
del quinceañero Molina con los hermanos Fenoll, Ramón Sijé y Miguel Molina
venía desde las reuniones de la Tahona, porque Molina vivió de joven en calle
Barrio Nuevo, contigua a la calle de Arriba, donde estuvo la tahona de los
Fenoll, y en la misma calle estaba la residencia del joven Miguel Hernández.
Ramón Sijé acudía a la tahona por dos razones, la primera para visitar a su
novia que era la bella Josefina Fenoll, hermana de Carlos y de Efrén, y la
segunda porque en el alcabor de la tahona (chimenea del horno) le pedían
consejos literarios a Ramón Sijé, estudiante de Derecho, tanto Carlos como
Miguel, y es muy posible que Molina acudiera de oyente, puesto que esta
asistencia la confirmó Carlos Fenoll en la carta en la que le decía que Molina
era el benjamín de la tertulia de la tahona. La referencia a la tertulia de la
tahona la había contado Molina en la revista Verbo en 1946.
El 2 de
octubre de 1932, Molina estuvo presente en la inauguración del busto a Gabriel
Miró en Orihuela, el parque que hoy lleva su nombre, como simple asistente, sin
participar oficialmente en ningún acto, ni en la revista monográfica El Clamor
de la Verdad. Asistió con Carlos Fenoll, que a pesar de que se había
iniciado como poeta, tampoco participó en dicha revista ni en el Gallo
Crisis, de Sijé.
Manuel
Molina y Vicente Ramos conocieron personalmente en Miguel Hernández cuando
estuvo al Ateneo de Alicante para una conferencia en plena guerra civil el 21
de agosto de 1937, situado en calle Villavieja, en lo que fue palacio de los
marqueses del Boch de Ares.
De esta
visita a Alicante saldría el opúsculo Versos
en la guerra organizado y
patrocinado por Socorro Rojo, en 1938.
Conclusiones
Dos ilustres
personajes de las letras alicantinas de posguerra deben ser recordados con cierta periodicidad.
El historiador Vicente Ramos tiene una importante avenida con su nombre y fue nombrado
hijo adoptivo de Alicante y de Guardamar. En cambio Manuel Molina ni una calle,
huérfano de otros títulos ni en Orihuela ni en Alciante.
Ramón Fernández Palmeral
Hoja del lunes.com de Alicante, 15 de marzo de 2021 (con fotos)