África Prado/ Información/Cutura
30·10·23 | 12:13 | Actualizado a las 20:05
Congreso Internacional «Vibraciones de Juan Gil-Albert: la fascinación de la constancia». Alicante-Alcoy: 3, 4, 5 y 6 de abril de 2019. Portal dirigido por Ramón Palmeral.
(Segunda quincena de marzo de 2025)
ENLACE A LA AGENDA DE ACTIVIDADES:
https://www.iacjuangilalbert.com/agenda-mensual-marzo-2025/
Número 20 de la revista Canelobre 40/75
30·10·23 | 12:13 | Actualizado a las 20:05
Cristina Martínez, nueva directora del Gil-Albert. Rafa Arjones
La periodista Cristina Martínez Álvarez, redactora de la sección de Cultura del diario INFORMACIÓN, ha sido designada nueva directora cultural del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, un puesto considerado de alta dirección tras la última convocatoria lanzada por la Diputación de Alicante, de quien depende este organismo. Martínez era una de los cinco candidatos que se presentaron a este cargo, con el que se pretende profesionalizar este perfil, que hasta ahora era honorífico. El nuevo puesto tendrá una duración de cuatro años, prorrogable hasta un máximo de cuatro años más, y estará retribuido con 58.000 euros anuales.
Martínez Álvarez es la primera periodista y la tercera mujer consecutiva que accede a la dirección del Instituto Gil-Albert, tras la elección anterior de Pilar Tébar (2021-2023), hoy directora general de Patrimonio Cultural de la Generalitat Valenciana, y la doctora en Medicina y Cirugía María Teresa Pérez Vázquez (2020-2021), que dimitió a los meses de ser designada. Será la duodécima persona que asume esta responsabilidad desde que se constituyó la institución en 1953 y la décima desde que lleva el nombre de Juan Gil-Albert.
Su nombramiento ha sido publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) con fecha de este lunes y la seleccionada se incorporará al Instituto Gil-Albert en breve. En la toma de decisión se ha tenido en cuenta el perfil profesional y experiencia en el ámbito de la cultura y la propuesta presentada de manera individualizada sobre coordinación de la programación cultural.
El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, ha expresado su satisfacción por la decisión tomada, que cuenta con el respaldo del presidente de la Diputación, Toni Pérez. Navarro ha confirmado que en los próximos días se celebrará el primer encuentro con la directora cultural "para empezar a trabajar en la nueva etapa que se inicia con Cristina Martínez, una profesional que conoce bien la institución y que, por su preparación y experiencia, estoy seguro de que va a hacer un papel excelente al frente del IAC. Le doy la enhorabuena y agradezco de antemano su interés y la ilusión con la que va a trabajar por la cultura alicantina".
Cristina Martínez Álvarez (Madrid, 1965) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, cuenta con un Postgrado en Museografía Didáctica por la Universidad de Barcelona (Campus Virtual) y un Máster de Dirección y Gestión de Museos (Esneca). Afincada en Alicante desde los años 90, la periodista ha desarrollado toda su carrera en este diario desde hace más de tres décadas, los dos primeros años en la sección de Diseño y el resto de trayectoria como redactora de la sección de Cultura, por lo que su figura es bien conocida y reconocida en el mundo cultural de la provincia de Alicante. A lo largo de estos treinta años, ha tenido una gran vinculación con el mundo del arte, la literatura, el cine, las artes escénicas, la arqueología y la arquitectura, entre otras disciplinas.
Es autora o coautora de diversas publicaciones vinculadas a temas culturales, ha participado en la realización de exposiciones, como El laberinto luminoso, dedicada a Emilio Varela en el Mubag (2017), realizando las entrevistas para los vídeos que completaban la muestra o, más recientemente, como comisaria de la muestra dedicada a los 35 años de Hannibal Laguna, El Secreto del Glamour, en la Diputación de Alicante. También ha sido jurado de premios y presentadora galas como el Premio Azorín o los Importantes de INFORMACIÓN durante varios años y forma parte del equipo que ha realizado el proyecto de turismo industrial Made in Costa Blanca, para el Patronato de Turismo y la Cámara de Comercio, entre otras.
Es autora junto a Jordi Navas y José Juan Barba de Crystalzoo. Brillantes Animales Salvajes (2015), que ofrece una visión arquitectónica técnica, pero también sociológica sobre los proyectos del estudio Crystalzoo; coautora de 20 años de teatro urbano (2015), un recorrido por la trayectoria del reconocido grupo de teatro de calle Carros de Foc a través de una serie de cuentos y relatos; autora de los capítulos sobre Edición Genética, Nuevas Tecnologías para combatir el envejecimiento y Lucha contra las epidemias recurrentes del Informe de la Fundación Rafael Pino (Madrid Diez tecnologías para impulsar España (2020), bajo la supervisión del prestigioso investigador Javier García Martínez; autora de una serie de entrevistas a teóricos y artistas de flamenco en el volumen Mundo y formas del flamenco (2019), editado por la Universidad de Alicante; coautora del libro Del juego a la profesión. 30 años del sueño de la compañía de teatro Jácara (2013), editado por la Universidad de Alicante.
Es también autora de artículos para los Catálogos del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana (2019, 2020) sobre la serie Afronautas, de la fotógrafa y Premio Nacional de Fotografía Cristina de Middel y, en 2020, sobre la serie Celda 148. Proyecto para cárcel abandonada, de Patricia Gómez & Mª Jesús González. Ha realizado colaboraciones en la revista Canelobre del propio Instituto Gil-Albert, con artículos en el volumen Made in Alicante y en otro aún por publicar dedicado al ferrocarril, y es coautora del coleccionable y serie de guías turísticas y culturales sobre la provincia de Alicante, Tesoros de la Provincia de Alicante. Escápate! (2009)
09·10·23 | 18:45 | Actualizado a las 18:51
Carta de Jaime Siles a Juan Gil-Albert, escrita en junio de 1972. Archivo personal de Jaime Siles
La casa de Juan Gil-Albert en la calle Taquígrafo Martí de Valencia se convirtió en centro neurálgico de la creación literaria desde finales de los 60. El autor alcoyano había vuelto del exilio físico en 1947 para encerrarse en un exilio personal y anímico que le había apartado de las letras. En enero de 1970, Fancisco Brines llevó a Guillermo Carnero y a Jaime Siles a ese reducto literario. Ese fue su primer encuentro.
«Para mí, conocerlo en su casa fue el descubrimiento de una gran prosa y poesía, de un excelente conversador de una persona tolerante que se convirtió en mi maestro», recuerda el poeta, filólogo, crítico literario y traductor Jaime Siles que tenía entonces 18 años y el escritor alcoyano, 66.
Las visitas se repitieron a los largo de ese 1970, pero después Siles se marchó a estudiar a Salamanca. Ahí se inició una relación epistolar que ha estado olvidada y que ahora se ha recuperado en El tiempo y su espuma. Correspondencia personal. Juan Gil-Albert y Jaime Siles (Pre-Textos) que ha localizado, comentado y analizado el profesor Manuel Valero.
Carta de Gil-Albert a Siles en 1971. información
El proyecto comenzó a fraguarse en 2018, cuando el también poeta consiguió una ayuda a la investigación precisamente del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, a la que se unió el respaldo de la Fundación Gerardo Diego y el grupo I+D de la Universidad Autónoma de Madrid, a través del grupo Epistolarios inéditos en la cultura española desde 1936, liderado por José Teruel.
Este volumen reúne 27 cartas inéditas entre los dos poetas, intercambiadas entre 1970 y 1984, aunque su amistad perduró en el tiempo hasta el fallecimiento del alcoyano en 1994. Además de estas misivas transcritas, anotadas y estudiadas, también incluye varios apartados que documentan «valiosos testimonios se su amistad», como dedicatorias, una serie de textos y un álbum fotográfico.
Juan Gil-Albert, en su biblioteca en 1949. Arxiu Juan Gil-Albert Biblioteca Nicolau Primitiu (Biblioteca Valenciana)
Para ello, Valero ha buceado en la Biblioteca Valenciana, que es donde se encuentra el fondo de Gil-Albert. «Tenía que hacer el trabajo de localizar las cartas de Siles a Gil-Albert que estaban en ese fondo, pero también las de Gil-Albert a Siles, que están en el archivo particular del poeta valenciano». No obstante no están todas, ya que buena parte de esa documentación, asegura el poeta valenciano que está perdida, después de varias mudanzas.
Gil-Albert, según Valero, veía a Siles «más que como un discípulo, como un escritor en el que podía adivinar un igual».
Para Siles, que asegura haberse «emocionado al volver a leer y ver las cartas», la influencia de Gil-Albert sobre él va más allá del plano literario. «Él tenía otra línea distinta a la mía, tenía un lirismo que yo he denominado lirismo narrativo. Me influyó menos literaria que moralmente. Era un moralista, era una persona ética y fue un ejemplo vital importante, al margen de modas, de ismos, de tendencias y de grupos. Era un ejemplo del escritor dedicado a su propia obra y esa fue la principal lección que me dio . Eso y la tolerancia y la independencia de criterio». Por eso cree que es aún «una figura por descubrir y por valorar».
Jaime Siles, a la izquierda, con Vicente Aleixandre y José María Ribelles (1969). Archivo Jaime Siles
Y ¿por qué recuperar esta correspondencia? «Porque el epistolario es casi el último apartado por descubrir en la trayectoria de Gil-Albert, «y hasta ahora se ha estudiado de forma irregular e incompleta. No se ha hecho justicia a la hora de atender esta relación, cuando Siles tiene unos textos fundamentales para investigar al alcoyano». Además, apunta Valero, «pone en contexto cómo se fraguó la recuperación de Gil-Albert a partir de los años 70».
El título del libro está sacado de una de las cartas de Siles, fechada en 1972. «Estoy pasando las pocas páginas escritas de mi vida, las ya inalterables por el tiempo y su espuma».
https://www.informacion.es/cultura/2023/10/09/epistolario-gil-albert-siles-querido-93143684.html
BIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
Poesía:
Misteriosa presencia. Sonetos, M., Héroe, 1936.
Candente horror, Valencia, Nueva Cultura, 1936.
Siete romances de guerra, Valencia, Nueva Cultura, 1937.
Son nombres ignorados. Elegías. Himnos. Sonetos, B., Edic. Hora de España, 1938.
Las ilusiones con los poemas de El Convaleciente, Bs. As., Imán, 1943.
Poemas. El existir medita su corriente, Madrid, Librería Clan, 1949.
Concertar es amor, M., Col. Adonais, 1951.
Poesía: Carmina manu trementi duoere. Valencia: La Caña gris, 1961.
La trama inextricable (prosa poesía crítica), Valencia, Col. Mis Cosechas, 1968.
Fuentes de la constancia, B., Llibres de Sinera, 1972 (Antología poética con poemas inéditos).
La Meta-física, B., Llibres de Sinera, 1974.
A los presocráticos, seguido de Migajas del pan nuestro, Valencia, Lindes, 1976.
Homenajes e in promptus, León, CSIC, 1976.
El ocioso y las profesiones, Sevilla, Aldebarán, 1979.
Razonamiento inagotable con una carta final. Madrid: Caballo Griego para la poesía, 1979.
Mi voz comprometida (1936-1939) (Candente horror, Siete romances de guerra, Son nombres ignorados), B., Laia, 1980
Obra poética completa. Alicante : Alfons El Magnànim; Valencia: Diputación Provincial de Valencia, 1981. 2 v.
Variaciones sobre un tema inextinguible, Sevilla, Renacimiento, 1981
Antología poética, 1936-1976. Esplugues de Llobregat, Barcelona: Plaza & Janés, 1982.
España, empeño de una ficción. Madrid: Júcar, 1984.
Fuentes de la constancia. Madrid: Cátedra, 1984.
Antología poética. Valencia: Consell Valencià de Cultura, D.L. 1993.
Primera obra poética: 1936-1938. Valencia : Consell Valencià de Cultura, D.L. 1996.
Poesía completa. Valencia: Pre-textos, 2004.
Prosa y Ensayo:
Breviarium vitae. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", [1999].
Breviarium vitae. Alcoy: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1979. 2 v.
Cartas a un amigo. Valencia: Pre-Textos, 1987.
Cómo pudieron ser. Valencia: Levante, 1929..
Concierto en "mi" menor; La trama inextricable; Memorabilia (1934-1939). Valencia : Alfons El Magnànim, 1982.
Concierto en "mi" menor. Alcoy: 1974.
Contra el cine. Valencia: Prometeo, 1974.
Crónica general. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1995.
Drama patrio: testimonio 1964. Barcelona: Tusquets, 1977.
El ocio y sus mitos. Málaga : Begar Ediciones, 1982.
El ocioso y las profesiones Sevilla : María Auxiliadora, 1998.
El retrato oval. Barcelona : Seix-Barral. 92 p.
Gabriel Miró: (El escritor y el hombre). Valencia: [s.n.], 1931.
Heraclés: sobre una manera de ser. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 2002.
Homenaje a los presocráticos. Madrid: s.n., 1963. 10 p. Es tirada aparte de Cuadernos Hispanoamericanos, abril de 1963. Vol. 160
Homenajes e in promptus. León: Institución Fray Bernardino de Sahagún: Diputación Provincial, 1976.
Intento de una catalogación valenciana (sobre Pedro de Valencia y su "región"). Valencia: Mis cosechas, 1955.
La mentira de las sombras: crítica cinematográfica publicada en "Romance", revista popular hispanoamericana, México, febrero de 1940-mayo de 1941. Valencia: Pre-Textos, [2003].
La trama inextricable: prosa, poesía, crítica; Mis cosechas. s.l. : s.n., 1968.
Les Archanges. s.l.: Actes Sud, 1993.
Los arcángeles: parábola. Barcelona : Laia, 1981.
Los días están contados. Barcelona : Tusquets, 1974.
Memorabilia. Barcelona: Tusquets, [1975].
Mesa revuelta. [Valencia: Fernando Torres, 1974].
Obra completa en prosa. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1999. 11 v. 1
Taurina: (Crónica). [Madrid : s.n., 1962]. 11 p. Tirada aparte de Cuadernos Hispanoamericanos vol. 152-153
Tobeyo o Del amor: homenaje a México. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1989.
Un mundo: prosa, poesía, crítica. Valencia: el autor, 1978.
Valentín: homenaje a William Shakespeare. Barcelona: La Gaya Ciencia, 1974.
Valentín: (homenaje a William Shakespeare). Madrid: Akal, 1984.
Vibración de estío. Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1984.
Yehudá Haleví. Madrid: Júcar, 1987.
PREMIOS
Premio de las Letras del País Valenciano (1982)
ENLACES
http://amediavoz.com/gilalbert.htm
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=3190
http://usuarios.lycos.es/ferrandiz/gilalber.htm
http://www.poesiaspoemas.com/juan-gil-albert
http://www.geocities.com/revistaversoados/webpoemas_cuatro/juangil-albert.htm
http://www.ua.es/es/presentacion/doctores/gilalbert/index.html
http://www.monover.com/2005/09may-1.htm
Libro Amazon:
de Ramón Fernández Palmeral
El presente año 2022 es un año hernandiano por excelencia, puesto
que se cumplen los 80 años de la muerte del universal poeta Miguel
Hernández, acaecida el 28 de marzo de 1942 cuando se hallaba preso del
franquismo en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante, por
varias enfermedades pulmonares, contraídas durante su cautiverio,
contaba tan solo treinta y un años edad.
Para conmemorar tan
relevante acontecimiento, el hernandiano Ramón Fernández Palmeral
presenta a lo largo de 31 artículos monográficos, un anexo con
ilustraciones inéditas de su autoría 80 años de la muerte de Miguel Hernández. Componen una serie de monográficos que quedaron fuera del libro Miguel Hernández. El poeta del pueblo (biografía en 40 artículos), ECU, 2019. Por consiguiente los dos libros son complementarios y conforman un corpus biográfico.
El prólogo es del escritor y magistrado oriolano Julio Calvet Botella,
que además aporta información de varios artículos inéditos relativos a
su familia.
Por la Ley Propiedad Intelectual de 22/1987 antes del 7
diciembre de 1987 tendrán la duración prevista en la Ley anterior de 10
de enero de 1879 sobre Propiedad Intelectual y la transitoria tercera de
la L22/1987, la obra de Hernández pasa a dominio público.
Ricardo Bellveser, en una calle de Nueva York.
Alertan los ornitólogos de que varios tipos de aves están en peligro porque, como consecuencia de la contaminación y la presión humana, los pájaros jóvenes no encuentran adultos de los que aprender su canto, fundamental para encontrar pareja y reproducirse. Así, la voz seminal de Ricardo Bellveser (Valencia, 1948), que acaba de apagarse, vacía el campo de las letras y deja sin referentes a tantos y tantos postulantes a escritores que no tendrán ocasión de conocerle.
Ciertamente queda su obra, extensa y premiada, que va de la poesía al ensayo, del articulismo a la novela, de la crítica literaria a la conferencia; menos conocida de lo que merece por haber elegido nacer y morir para la literatura lejos de Madrid y Barcelona.
Ha sido Bellveser un autor brillante y a la vez un apóstol, un mensajero del valor de la escritura, por lo que despertó vocaciones y reverdeció algunas que estaban marchitas.
A los veintipocos años publicó sus primeros artículos en el vespertino valenciano Jornada, que en los 70 dirigía José Barberá, padre de la que dos décadas después fue alcaldesa, Rita Barberá. Su padre fue redactor en la emisora La Voz de Levante y fue crítico taurino en Las Provincias. Su tío Juan Bellveser fue corresponsal de la agencia Efe en París durante años.
Pronto lo fichó Las Provincias, diario decano en la región y protagonista indiscutible en la sociedad valenciana durante toda la segunda mitad del siglo XX. Con José Ombuena al frente del periódico fue nombrado redactor jefe de la sección de Política. Allí coincidió con algunos de los mejores periodistas valencianos de los primeros años de la democracia: Francisco Pérez Puche, Benigno Camañas, Fernando Herrero, José Miguel García, Salvador Barber, José Manuel Dasí... Ya con María Consuelo Reyna en la dirección, fue además responsable del diario del fin de semana.
Sin embargo, siempre combinó el periodismo con la poesía, y cuando le han pedido que se defina lo ha tenido claro: "Poeta". Militó en la estética de los novísimos del brazo de Jaime Siles y Jenaro Talens, un movimiento que capitanearon los Félix de Azúa, Guillermo Carnero o Pere Gimferrer.
Luego fue uno de los fundadores de la poesía de la diferencia junto a otros amigos como Pedro J. de la Peña o Antonio Enrique, en busca de una reacción ética ante una escritura que consideraba acomodada al gusto de los poderes públicos. De su primera etapa destacan Cuerpo a Cuerpo y La estrategia. De la segunda, Julia en julio, El agua del abedul y Las cenizas del nido, Premio Jaime Gil de Biedma.
Bellveser hacía bueno el verso de Miguel Hernández "valencianos de alegría", porque donde estaba no faltaba la chispa, el apunte inteligente, la cita precisa, el comentario ingenioso, la perspectiva original, el análisis certero y la anécdota hecha categoría, siempre con una sonrisa en los labios. La cultura en sus manos era siempre algo apasionante y divertido, y así lo recuerdan sus estudiantes de Literatura de la Universidad de Valencia y de la Cardenal Herrera-CEU San Pablo; también los alumnos de los ciclos de cultura que dirigía en el Ateneo Mercantil de Valencia.
Estanterías vacías, su último poemario, inspirado en la decisión de donar su biblioteca como gesto de despedida, fue un paseo triunfal
Presumido, bien parecido, seductor, un poco Lord Byron con vaqueros, con un verbo y una pluma arrolladores, mató a tiempo a Narciso para no crearse un personaje. Fue un hombre endiosado, pero a la manera en que lo definiría Unamuno, remontando la palabra a su etimología griega, enthousiasmos (uno que se hace dios), y eso "puede ocurrirle a un poeta, a un creador, pero no a un hombre normal ni a un hombre de término medio". Bellveser contagiaba ese entusiasmo.
Pese a su vasta cultura no fue una persona dogmática. Hasta el final de sus días ha estado dispuesto a escuchar y a ponerse en riesgo de ser convencido, seguramente como fruto de su curiosidad infinita.
Admirador de los grandes (Wilde, Proust, Quevedo, Borges o Cavafis), ayudó a desempolvar a autores como Max Aub o Juan Gil-Albert, y dio a conocer a muchos principiantes o con una obra menor. En todos encontraba una inspiración o una palabra justa que debía ser salvada del olvido. ¡Ah, las palabras!, su perdición. Decía que para él tenían un "efecto neón" que le atraían sin remedio.
Era admirable su actitud ante el papel en blanco o la pantalla en negro para encontrar una voz propia, distinta. Esa originalidad y su lucha incansable para sacar lo mejor de sí mismo le acompañaron toda la vida.
No le dio la gana morirse cuando le comunicaron que nueve de cada cien pacientes con su enfermedad fallecían antes de superar el primer año. "¿Por qué no he de estar yo en ese nueve por ciento?". En efecto, superó el año con creces y las mejores expectativas de los médicos, y por ello ha quedado el suyo como un caso de estudio.
Aunque sabía que tenía "los días contados", nunca dimitió de la vida. Pese a su jovial vitalismo, asumió con entereza lo inevitable, un poco a la manera agnóstica y metafísica de su admirado Francisco Brines. Se dio prisa en terminar sus proyectos e incluso imaginó otros nuevos.
Estanterías vacías, su último poemario, inspirado en la decisión de donar su biblioteca como gesto de despedida, fue un paseo triunfal por la gran acogida entre la crítica y el público. Un hermoso testimonio de la "poesía-verdad" que predicó. El postrer poema del libro, titulado Lector desconocido, concluye con un canto a la íntima esperanza del triunfo del arte sobre la muerte: "No es necesario coincidir en el tiempo,/ basta con hacerlo en la emoción/ y el tiempo desaparece al abreviarse./ Yo ya no estaré cuando leas esto,/ mas mi voz pensada, en ti se preserva".
Ricardo Bellveser, que ha sido vicepresidente del Consell Valencià de Cultura, director de la Institución Alfons el Magnànim y miembro de la Academia Valenciana de la Lengua, entre otras múltiples ocupaciones, deja esposa, Julia, dos hijos, Carla y Cayo, cuatro nietos, miles de lectores y un buen puñado de amigos.
.............................................PREMIOS.....................
ha obtenido numerosos premios, entre ellos el de la crítica Literaria Valenciana al conjunto de su poesía, y su obra, que ha sido traducida, en libro, a más de diez lenguas, el Premio del Colegio de Arquitectos de Valencia y Murcia, el premio periodístico de la Federación Española de Municipios y Provincias, el premio de poesía, el Segundo Premio y el Premio Castilla y León, el premio Vicente Gaos de poesía, el Premio Internacional Jaime Gil de Biedma, el Premio de la Universidad de León, La Alta Distinción de la Generalitat con carácter colectivo y el Premio Nacional al Fomento de la lectura 2011, del Gremio de editores de España. Los escritores y críticos valencianos agrupados en CLAVE, Asociación Valenciana de Escritores y Críticos, le dedicaron en 2012 el número 3 de la revista ‘’Clave Literaria’’, monográfico a su obra, como homenaje colectivo.
Premio Nacional de Poesía Cultura Viva 2017.
Muere de un cáncer que padecía desde hacía algunos años. Pero los poetas no mueren.
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Fotos del Congreso Juan Gil-Albert. 2019
Francisco Brines con Torregrosa en El Salt la casa de Juan Gil-Abert en Alcoy, noviembre 2004
Congreso “JUANGIL-ALBERT: LA MEMORIA Y ELMITO”Alicante, Aulade Cultura d la CAM & InstitutoJuanGil-Albert de la Excma.Diputación, 8 a12 de Noviembrede 2004
Fallecimiento de Francisco Brines:
http://poesapalmeriana.blogspot.com/2021/05/fallece-el-poeta-francisco-brines-21-de.html
Artículo sobre Juan Gil-Albert de Ramón Fernández Palmeral en Hoja del lunes.com:
https://www.hojadellunes.com/a-juan-gil-albert-le-retiraron-el-premio-nacional-de-poesia-en-1938-por-no-querer-afiliarse-al-partido-comunista/
Yo estuve en el congreso de oyente en noviembre de 2004, después de la mesa redonda que tuvieron Guillermo Carnero y Francisco Brines, hablé con ellos, y a Brines le prgunté si tenía influencias de Miguel Hernández. Me dijo que no, que no le habia influido, aunque sí lo había leído. (Ramón Palmeral).
Vicente Ramos & Manuel Molina: trazos de una amistad
Ramón Palmeral / Hoja del lunes.com
Conocí personalmente al historiador y político Vicente Ramos (1919-2011) a través del pintor Fernando Soria, en la sede la Asociación de Artistas Alicantinos cuando se inauguró su sede en un local de la Avenida Maisonnave el 19 de octubre de 2006.
Supe del poeta oriolano Manuel Molina (1917-1990), afincado en Alicante, a través de Gaspar Peral Baeza, que gracia a él pude contactar con su viuda Maruja Varó, a la que entrevisté en varias ocasiones, y después en 2017 con sus hijas Marilé y Clemencia en el centenario del nacimiento de Molina.
Mostrada esta necesaria y breve introducción he de comentar que tanto Manuel Molina como Vicente Ramos fueros amigos y entusiastas seguidores del gran poeta Miguel Hernández, publicaron en cooperación el libro Miguel Hernández en Alicante, Colección Ifach, 1976. Por su cuenta, e individualmente publicaron otro libros. Ambos amigos tuvieron relación de amistad con Josefina Manresa, viuda del Hernández, cuando residía en Elche, e incluso ayudaron a sus estudios a Manuel Miguel, el segundo hijo de Hernández y Josefina, cuando estudió por una temporada en Valencia con el matrimonio María de Gracia Ifach, seudónimo de Josefina Escolano, y marido Francisco Ribes.
Nuestros dos personajes, cumplieron sus respectivos centenarios, primero Manuel Molina en 2017 y seguidamente Vicente Ramos en 2019 de los que me ocupé de dar conocer en la Red con dos sendos blogs. A Molina se le hizo una exposición en la sala Juan Francés en la Sede de la Universidad cuyo comisariado fue el profesor Cecilio Alonso. A Ramos se le hizo un Seminario que el que fui invitado a participar con una la catedrática Consuelo Jiménez de Cisneros en la Sede de la Ciudad Universitaria.
De ambos personajes existen los portales: Vicente Ramos en el centenario de su nacimiento, y Manuel Molina centenario de su nacimiento. En cuyos portales se recoge toda la información biográfica y bibliográfica que se ha podido recoger. En Hoja del lunes.com publiqué un artículo en 2019, anunciando los actos del centenario de Vicente Ramos.
El archivo de Vicente Ramos se halla depositado en la Biblioteca Pública Municipal de Guardamar del Segura al cuidado de Otilia Macía Amorós, del Ayuntamiento de Guardamar en el centro de Estudios e Investigación Vicente Ramos. El legado Manuel Molina se haya indexado en el Centro de la Memoria Histórica de la Universidad de Alicante.
Breve reseña biográfica de Vicente Ramos
Vicente Ramos Pérez nace a las 5.45 horas del 7 de septiembre de 1919 en la calle Ingeniero Mira de Guardamar del Segura -Alicante-, hijo de Vicente Ramos Cánovas, juez de paz y propietario, y Rosario Pérez Aldeguer, hija de propietarios fallecida sobre 1922, cuando Vicente tenía unos dos años. Su hermana Rosario fallece también a los siete años de edad. Su padre viudo contraerá segundas nupcias en 1927 con Joaquina López Gil (profesora en Novelda), quien sería su segunda madre y un gran apoyo. Será en iglesia San Pedro Apóstol de Novelda donde hará la Primera Comunión, por ello decía que era hijo «eucarístico de Novelda». Tendrá una hermana de padre: Pilar Ramos López.
El traslado de su segunda madre a Alicante (1934) le anima a matricularse en el Instituto Joaquín Costa, donde entablará amistad con los que se convertirían en destacados personajes de la sociedad e intelectualidad alicantina. Sus visitas a la Biblioteca Provincial le valdrían para sumergirse en las teorías enunciadas por los grandes pensadores del anarquismo filosófico, y en diciembre de 1936 se afilia a Unión Republicana, aunque aquello era más bien una tertulia literaria, donde conocerá a Manuel Molina. Durante la guerra civil ejercerá como practicante en sanidad. Entre sus visitas a la Biblioteca Municipal, el archivero y editor Eduardo Irles y Garrigós le insta a leer a Gabriel Miró y le regala un ejemplar de “La novela de mi amigo”. Ingresa en el antiguo Ateneo, donde gracias a Manuel Molina conoce a Miguel Hernández el 21 de agosto de 1937.
Tras la guerra civil, junto con Rafael Azuar, Manuel Molina, Reolid y Francisco García Sempere escriben “Testimonios, ilusiones y desilusiones de la guerra”, y publican la primera revista literaria que surge en España tras la contienda, “Arte Joven”, de un solo número. Licenciado en Filosofía y Letras en 1943, se doctoró en la Sección de Filología en la Universidad de Valencia en 1963, con la tesis doctoral El mundo de Gabriel Miró, entre los miembros del Tribunal estaba al catedrático Mariano Baquero Goyanes
En 1941 conoce en el Casino de Alicante a Manolita Moya García, la que será su mujer en 1943, y madre de sus dos hijos Vicente José y Manuela del Rosario (Noly). Ese mismo año comenzará las clases en la Universidad Central de Madrid, licenciándose en Filosofía y Letras en 1943. Junto con Manuel Molina y Rafael Azuar lanza la revista “Intimidad Poética” y la colección de libritos “Leila”. También fue poeta con dos obras premiadas y fundamentales: “Destino de tu ausencia”, 1957 y “Elegías de Guadalest”*, 1958 con inspiración del gran poeta checo Rainer Maria Rilke del que será un admirado lector. Fue Ramos amigo personal de Oscar Esplá (tenían masías en Benimantell), Camilo José Cela, de Buero Vallejo, de Vicente Aleixandre, Manuel Molina, Josefina Manresa (viuda de Miguel Hernández), o de Juan Guerrero Zamora, primer biógrafo de Hernández.
Para el Seminario de su centenario: Hermenéutica de Elegías de Guadalest y Rilke, de Vicente Ramos, edición no venal de 50 ejemplares numerados y agotados, por Ramón Fernández Palmeral. El lector la puede leer el libro digital en Calameo.
Breve biografía de Manuel Molina
Manuel Molina Rodríguez, nació el 28 de octubre de 1917 en la calle Trinidad de Orihuela (Alicante). Cursó estudios primarios y comenzó el Bachillerato en el Instituto de Orihuela, con el profesor Jesús Alda Tesán, quien era colaborador de la revista El Gallo Crisis. En su juventud conoció a los poetas Carlos Fenoll, Miguel Hernández, a los hermanos Ramón y Gabriel Sijé. Participó en reuniones literarias que éstos celebraban en la tahona de la calle Arriba. En 1935 se trasladó con su familia a Alicante y un año más tarde presidirá las Juventudes de Izquierda Republicana de esa ciudad. Tras la rebelión militar de 1936 sirvió como carabinero a la defensa de Madrid. En la Alianza de Intelectuales Antifascistas de Madrid conoció a Rafael Alberti, María Teresa León, Emilio Prados y Antonio Aparicio. En 1937 visitó a Vicente Aleixandre en su casa de Velintonia de Madrid junto a los milicianos Carlos Fenoll y Jesús Poveda.
Entre los varios libros que Molina le dedicó Miguel Hernández, se encuentra en el libro titulado Amistad con Miguel Hernández, Silbo Alicante 1971, cuya portada es un grabado de Miguel Abab Miró, que según mis anotaciones éste, lo pintó para la edición de El rayo que no cesa de Rafael Alberti, Buenos Aires, 1942. Aunque no figura portada de este libro.
Terminada la guerra, y tras pasar por el campo de concentración de la Plaza de Toros de Valencia, regresó a Alicante, tuvo que hacer el servicio militar forzoso con los nacionales en Burgo. Regresó de nuevo a Alicante, y se casó con Maruja Varó Busquiel el 6 de diciembre de 1943, con la que tuvo dos hijas: Marilé y Clemencia. En Alicante ejerció como capataz de obras, y posteriormente fue secretario de la Biblioteca Gabriel Miró de dicha ciudad, bajo el patrocinio de la Caja de Ahorros del Sureste. Junto a un grupo de poetas de posguerra como el historial Vicente Ramos y el poeta Rafael Azur revitalizaron la vida literaria de la ciudad creando varias revistas literarias y antologías con Tina Mercader, Ángela Gatell, José Albi, Julián Andúgar o María Beneyto. A este grupo de poetas se le unieron pintores como Gastón Castelló, Miguel Abad Mirón, Melchor Aracil, Pérez Pizarro y el escultor Pepe Carbonell.
He de estar la coordinación que hizo Molina para la Antología de la Poesía Alicantina actual (1940-1972) donde aparecen reseñas y pomas de Carlos Fenoll, Juan Valls Jorda, Trini Mercader, Vicente ramón, Rafael Azuar, Adrián Miró, Jacinto López Gorgé, José Paya Nicolau, Carlos Sahagún Santiago Moreno Grau, Julian Andúgar, José Albi y Ernesto Contras, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1973
El Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert publicó Versos escogidos del poeta Manuel Monina edición de Cecilio Alonso, Alicante 1992.
Actualmente, el legado de Manuel Molina se halla en el Archivo por la Democracia de la Universidad de Alicante, cuyos albaceas son Clemencia Molina Varó (hija) y el profesor Cecilio Alonso. La correspondencia epistolar alcanza 3.800 documentos en su mayor parte literarios, que corresponden a unos 400 remitentes, entre los que se destacan Vicente Aleixandre, Juan Gil Albert, Josefina Manresa (viuda de Miguel Hernández), Gabriel Celaya, Blas de Otero, Antonio Buero Vallejo, Celia Viñas, Leopoldo de Luis, Ángel Caffarena, Santiago Moreno o Carlos Sahagún.
El poemario más destacado de Molina lo publicó en 1950, titulado Hombres a la deriva, bajo la censura franquista, de tuyo texto el autor de este artículo ha escrito el ensayo Hermenéutica de “Hombres a la deriva” de Manuel Molina, publicado en Amazon en 2017, por Ramón Fernández Palmeral. Para este libro, como he comentado me entreviste con su viuda Maruja Varó y sus hijas Marilé y Clemencia –Clemencia en honor de la hija de Gabriel Miró del mismo nombre, puesto que Molina escribió Paisajes y personajes mironianos (1879-1979) para centenario de su nacimiento..
Amistad de Manuel Molina y Ramos con Miguel Hernández
El Miguel Hernández que hoy conocemos no hubiera sido posible sin la dirección e informaciones que Manuel Molina aportó de sus recursos a investigadores hernandianos como Juan Guerrero Ruiz, Concha Zardoya, Marie Chevallier, Elvio Romero, Simón Latino, María de Gracia Ifach (Josefina Escolano), Leopoldo de Luis, o aconsejando a Josefina Manresa sobre la multitud de cartas que recibía de peticiones de información.
Se pensaba por algunos hernandianos que Manuel Molina aprovechó la amistad con Miguel Hernández para resurgir a su sombra como poeta, escribiendo el controvertido libro Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela, El Guadalhorce, Málaga, 1969. Sin embargo, todo lo que dijo en ese libro era cierto, lo que sucedió es que le surgió un enemigo antiguo vecino como Ramón Pérez Álvarez, secretario de la revista Silbo (1936), que tiró por tierra a Molina y a los hermanos Fenoll, sin saberse por qué razón, tal vez por protagonismo. Además omitió su nombre en algunas cartas que no están en la Obra poética completa del autor de El rayo que no cesa.
La amistad del quinceañero Molina con los hermanos Fenoll, Ramón Sijé y Miguel Molina venía desde las reuniones de la Tahona, porque Molina vivió de joven en calle Barrio Nuevo, contigua a la calle de Arriba, donde estuvo la tahona de los Fenoll, y en la misma calle estaba la residencia del joven Miguel Hernández. Ramón Sijé acudía a la tahona por dos razones, la primera para visitar a su novia que era la bella Josefina Fenoll, hermana de Carlos y de Efrén, y la segunda porque en el alcabor de la tahona (chimenea del horno) le pedían consejos literarios a Ramón Sijé, estudiante de Derecho, tanto Carlos como Miguel, y es muy posible que Molina acudiera de oyente, puesto que esta asistencia la confirmó Carlos Fenoll en la carta en la que le decía que Molina era el benjamín de la tertulia de la tahona. La referencia a la tertulia de la tahona la había contado Molina en la revista Verbo en 1946.
El 2 de octubre de 1932, Molina estuvo presente en la inauguración del busto a Gabriel Miró en Orihuela, el parque que hoy lleva su nombre, como simple asistente, sin participar oficialmente en ningún acto, ni en la revista monográfica El Clamor de la Verdad. Asistió con Carlos Fenoll, que a pesar de que se había iniciado como poeta, tampoco participó en dicha revista ni en el Gallo Crisis, de Sijé.
Manuel Molina y Vicente Ramos conocieron personalmente en Miguel Hernández cuando estuvo al Ateneo de Alicante para una conferencia en plena guerra civil el 21 de agosto de 1937, situado en calle Villavieja, en lo que fue palacio de los marqueses del Boch de Ares.
De esta visita a Alicante saldría el opúsculo Versos en la guerra organizado y patrocinado por Socorro Rojo, en 1938.
Conclusiones
Dos ilustres personajes de las letras alicantinas de posguerra deben ser recordados con cierta periodicidad. El historiador Vicente Ramos tiene una importante avenida con su nombre y fue nombrado hijo adoptivo de Alicante y de Guardamar. En cambio Manuel Molina ni una calle, huérfano de otros títulos ni en Orihuela ni en Alciante.
Ramón Fernández Palmeral
Hoja del lunes.com de Alicante, 15 de marzo de 2021 (con fotos)El dibujo del cartel es de Ramón Palmeral